Como si no fuera suficiente patearse campos y más campos de futbol,jurando en arameo con palabras que harían sonrojarse a cualquier estibador del muelle porque el google me ha indicado mal la ruta a seguir y me he perdido,pasar un frio que te cagas porque los superdotados de la federación catalana de futbol ponen los partidos a las horas más tempranas justo los meses de más frio,cagarme en la madre que parió a los árbitros que sacan tarjetas a mis retoños y ponerme al borde del infarto ante la perspectiva de una derrota antes de acordarme de que a mi el fútbol no me gusta y nada justifica tanta ansiedad por la victoria...como si no fuera suficiente con eso, años ha descubrí que uno de los daños colaterales de la práctica de éste deporte por parte de mis retoños son las comidas que se celebran por navidades y final de temporada,eso con suerte, porque si te toca un grupo de padres jaranero y con ganas de socializar,te chupas la tira de reuniones en plan "som més que un club",reuniones que básicamente consisten en cogorzas de cerveza y chistes malos voceados por los que se han puesto hasta el culo de cerveza.Las mujeres hemos de reirnos, claro está,aunque muchas también beben como cosacas.
Ayer se celebró la comida de navidad de padres y madres del club en el que juega mi retoño menor.Éste año mi retoño menor ha cambiado de club y los progenitores de sus actuales compañeros son prácticamente desconocidos para mi.Sólo he coincidido con ellos en una decena de partidos aproximadamente, y haciendo honor a mi carácter ligeramente asocial , no he pasado del "hola" y el "adiós".
Pero ayer me tocó sufrir la verborrea de una madre a la que parecía que le habían dado cuerda,los berridos beodos de un padre con pinta de marianico el corto y las conversaciones tipo "los libros de los niños son carísimos, qué barbaridad",de madres que fumaban un cigarrillo tras otro y se ponían, ellas también tibias de cerveza(en la punta de la lengua tuve decirles que,con lo que se gastan en tabaco y mamercio no solo pagan los libros, sino la matrícula de un instituto privado, y si me apuran,casi la mensualidad,pero me callé, que tampoco es plan de ponerse a mal en el primer acto social al que acudo)y las observaciones malintencionadas sobre alguna/o que no estaba presente en la comida...vamos, que estuve a punto de darle un abrazo a mi hijo cuando insistió en que nos fuéramos porque había quedado.
La comida infumable,además:una "barbacoa" que consistió en un pedazo de butifarra,una morcilla negra , un chorizo y un trozo de conejo seco y correoso,acompañado de una ensalada insípida en el mismo bar del club,eso si,a precio de menú de bar decente.
Llegué a casa estresada,cansada como si hubiese corrido media maratón..y ¿que había hecho?pasarme poco más de dos horas con gente de buena fe...pero inaguantables.
Definitivamente,soy poco sociable.