domingo, 22 de abril de 2018

25 años

Pues si, nada menos que un cuarto de siglo hace que soy madre,un cuarto de siglo más las 42 semanas que mi retoño mayor tuvo a bien vivir en mi barriga, más el año que estuve buscando el embarazo, más los (muchos) años que estuve soñando en tener hijos...vamos que, entre unas cosas y otras, la maternidad ha sido una constante en mi vida casi desde que llevaba pañales...yo creo que mucha culpa la tiene mi hermana, esa señora que justo hoy ha cumplido 48 añazos...pues si,tenía  yo casi ocho años cuando a mi madre le pareció buena idea darme un/a hermanito/a.Yo soñaba con una niña,soñé con una niña también cuando buscaba ser madre, hasta que la ecografia de las 20 semanas me confirmó que traeria al mundo un niño...ya me estoy yendo por las ramas, coño que cruz!.Pues eso...un dia 22 de abril, mi madre me hizo correr la maratón que suponía para una niña de ocho años y medio la distancia que separaba nuestra casa del lugar donde trabajaba mi padre,más o menos un par de kilómetros,porque mi hermana quería llegar al mundo.Me dejaron con unos vecinos,y al cabo de unas horas mi padre me despertó para decirme que tenia la ansiada hermanita...recuerdo la suavidad de la piel pequeña, la ilusión de comprarle ropita...vaya, que fui más una segunda mamá que una hermana,y tal y como ella fue creciendo,fueron creciendo mis ganas de tener hijos...lo mio ha sido maternidad con premeditación y una gran dosis de idealismo.He sido mejor madre antes de tener hijos que una vez los he tenido...como la mayoría...suerte que ahora, más que pensar "mi madre ta loka",ya empiezan a pensar "mi madre ta vieja"...y no sé que me jode más, si una cosa o la otra...
De momento, si la cosa no se tuerce, igual pronto seré suegra(qué palabra más fea!),porque, por obra y gracia de una moza de la que mi hijo está muy enamorado, por primera vez en 25 años el chico no ha estado en casa para su cumple, sinó volando hacia Las Palmas con la susodicha moza, que le ha regalado un viaje como regalo de cumple.Hay que decir que la chica me pidió "permiso" para secuestrarme al retoño mayor, temerosa de que eso de que celebrase su cumple a cientos de kilómetros pudiese sentarme mal.Pues no, al contrario, me hace extremadamente feliz que alguien quiera a mi hijo y desee compartir la vida con él...no soy de esas madres que se sienten despojadas de su "trono" cuando los retoños se enamoran.Para nada.Puedo sentir nostalgia de una niñez que ha pasado en un soplo, de una adolescencia que me hubiese gustado encarar con más sabiduría y paciencia...pero tengo muy claro, con el corazón y los sentimientos, no sólo con la razón, que el futuro pasa porque construyan su propia vida con alguien que les ame,no diré como yo los quiero,porque yo los quiero como su madre y quien comparta su vida con ellos los ha de querer como una pareja.
A ver qué se cuenta el mozo cuando vuelva...