Y llega el día,demasiado pronto,el día en que tu retoño te dice :"mamá me voy de fiesta".Tu lo escuchas,lo miras con cara de "si no hay otro remedio..." y empiezas a rogar que:
A)No beba
B)Si bebe, que no se pase.
C)Que no fume,consuma...nada de nada
D)Si cae en la tentación, que sea poco y no lo vuelva a probar
E)que no se encuentre ni se meta en ningún marrón
F)Si se mete en algún marrón que salga con bien.
G)Y que tu no te enteres de nada...
Y hasta aquí el primerísimo decálogo materno/fiestero...del tema de quien lleva el coche,cuando ya hay quien tiene carnet, me dedicaré en otro post.
Pues bien, la mamá loka ya es veterana en el tema hijos que se van de fiesta, porque el mayor empezó hace unos añitos y bien fiestero que ha salido el muy cabrón juerguista.A sus veinte y pocos afirma estar ya aburrido de fiesta, pero sigue yendo en cuanto puede.Y ahora empieza el pequeño...mamá loka jamás fue de irse mucho de fiestas, ni de discos, ni de tumultos ni de estar con gente.Siempre preferí, y prefiero, quedar en petit comité,estar en un lugar bien iluminado,cómodo y si puede ser con comida rica,antes que tener que esquivar a gilipollas pasados de copas,elevar la voz a la categoria de berrido si quiero que me oigan y dejarme los ojos intentando ver algo en la penumbra barriobajera de una disco...quizás por eso me resulta tan dificil entender tal querencia por pasarse horas y horas de fiestuki...pero ya se sabe, los hijos suelen salir un poco distintos a su/s progenitor/es...
Hasta ahora las salidas han sido más o menos tranquilas...sólo alguna madrugada me ha despertado el timbre porque el fiestero mayor se ha olvidado/perdido/dejado en el coche de un amigo las llaves...hasta la semana pasada...suena el teléfono a las siete y algo de la mañana y mi hijo me dice que lo tengo que ir a buscar al hospital,que le han dado un botellazo y que lleva más de 20 puntos...pues si, el mozo ha recibido sin tener nada que ver con la pelea en la que ha ido a mediar.Sencillamente un amigo suyo con ganas de gresca se enzarza con otro tan imbécil como él, y tan presumiblemente pasado de alcohol y algo más...y mi hijo va a separarlos,pero antes de conseguirlo,le arrean un vasazo en la frente que lo deja convertido en un híbrido entre Ecce Homo y Frankenstein.
El susto es grande, y verlo con la ropa llena de sangre, la cabeza vendada y la cara llena de heridas, algunas cosidas, no es plato de gusto.
A siete dias del encontronazo ya empieza a tener la cara más o menos normal,después de haber pasado por varias fases, a saber:ojos de panda por la hemorragia interna,hinchazón brutal de ojos y frente...con un poco de suerte, en siete dias más, una vez retirados los (muchos)puntos de sutura de la frente,ya tendrá su cara de siempre, eso si, con un recuerdo visible de esa "fiesta" que nos tiene con el alma en vilo...y lo que me queda,¡coño!.