Mis retoños no son muy proclives a hacer regalos a su progenitora, aunque de vez en cuando me den una sorpresa tan agradable como el regalo que me hizo mi hijo mayor para mi cumple hace dos años:un librito con fotos mias y un texto precioso acompañando a cada una de ellas.Lagrimones de emoción y de orgullo me caían mejillas abajo...¡que guapo mi niño!.
Hoy,dia de la madre, el autor del regalo maravilloso no me ha regalado nada, el muy cabrón despistado...y el otro, el pequeñajo que sólo mide casi un metro noventa, ha tenido a bien regalarme un llavero con la estelada(catalanófos, ponedme a parir) y un cuadro con unas palabras un poquito cursis que en esencia, me ensalzan como una de las mejores madres que se puedan tener.Hace un tiempo el mayor me regaló un cuadrito muy similar, que, disquisiciones estéticas aparte, me tranquilizó con respecto a mi pericia como madre no sé si loka, pero si imperfecta, gritona,agobiada que he sido y que, aunque menos, aún continuo siendo.
Y es que las películas americanas han hecho mucho daño...nos han hecho creer que las madres "perfectas" y las madres "reales" son una misma cosa...hasta que llegan los retoños y la realidad nos arrea un tortazo en todos los morros...Si algo cambiaría de mi maternidad es el pensar que para ser la madre que tus hijos necesitan, has de hacerlo todo bien...porque me hubiera ahorrado, y sobretodo les hubiese ahorrado a ellos muchas broncas nacidas de la frustración de no ser tan perfectamente perfecta como se supone que debía ser como madre.
Por eso, hoy ,día de la madre, digo que¡ a la mierda la perfección,! .Ellos me quieren aunque sea gritona, aunque me sobren quilos,aunque no siempre sepa como reaccionar ante sus problemas...igual que yo los quiero más que a nada en el mundo sean como sean...
De nuevo gracias, hijos, porque vosotros habeís dado sentido a este día, y a todos los de mi vida.
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