Sólo he sido madre de niñas en mi imaginación,por tanto no sé si con ella/s hubiese cambiado la cosa...
Recuerdo, que cual una Susanita cualquiera,suspiraba por ser mamá, y me veía dándole la mano a una niña,no con pinta de princesa, no, nunca llegué a tal grado de enajenación mental...pero si a una niña con una coleta ladeada y pantalón con peto.Cuando tras un arduo proceso, conseguí quedarme embarazada del primogénito,seguía pensando en un niña, pero la ecografia reveló bien pronto que la "niña" no tenía mucho de niña...y llegó él,y luego, tan deseado como su hermano, llegó el segundo él...y aquí me paré,no sin cierta tristeza,porque el sueldo de profe no llega para tener un equipo de basquet...así, en petit comité he de reconocer que se me ha quedado dentro la nostalgia del tercero...y un poco del cuarto...
Bueno, todo este rollo nostalgico-biográfico va por un tema que me daba vueltas por la cabeza el viernes por la tarde, mientras mi cerebro estaba tan encapotado como el cielo, que llevaba todo el día amenazando tormenta...a mi lado(iba conduciendo)viajaba esponjada la culpa, esa gran amiga de las madres.En el asiento trasero viajaban el cabreo y el cansancio ,otros dos viejos conocidos.Mi día había sido pródigo en viajes tipo taxista:a las 8 de la mañana estaba ya despertando al benjamín para que fuese a cumplir con su último día de monitor de esplai de verano.Suerte que sólo ha estado una semana porque todo un verano despertando a un tio que cada vez que lo llamas te dice "ya voy" y se vuelve a dar la vuelta en la cama acaba con la paciencia de una piedra.A las 8,40,enfilamos hacia el esplai en cuestión, mamá al volante, nene zombie de copiloto.A las 12 de la mañana mamá lleva al primogénito al segundo día de prueba en un trabajo.Un rato más tarde,vamos a comer fuera con benjamín...y al cabo de un rato, cuando aviso a mi hijo mayor que me voy a casa de una amiga,me mira perplejo mientras me pregunta "pero no me vas a llevar?"(el horario de la prueba era de 12,30 a 4 y de 7,30 a 12h de la noche).A mamá casi se le funden los plomos.En un momento, cabreo, sensación de ser utilizada,culpabilidad,duda(¿anulo cita con amiga?)...todo se hace un batiburrillo en mi cabeza.
Y me voy echando chispas con el primogénito, que piensa que mamá es teletaxi, conmigo misma,que no he tenido en cuenta que primogénito podia necesitar transporte(eingg???) con el mundo,con esa teoría que afirma que aún tenemos una memoria genética que hace que cuidemos más al sexo más debil, que es el masculino, en contra de lo que se piensa...
Hace unos meses salido al mercado literario un libro sobre la "hiperpaternidad", o lo que es lo mismo, sobre esa tendencia que tenemos cada vez más los padres de allanar cualquier obstáculo del camino de los hijos,de planear sobre sus cabezas para saber que desean, que necesitan y ya puestos, a satisfacerlo todo, necesidades y deseos...
No me he salvado de caer en eso.Será por eso de la memoria atávica, será por mis carencias de niña, será..será porque soy tonta,como la mayoría de las madres y de cada vez más padres.
Porque mis hijos, que ya hace tiempo son capaces de ir a comprar pertrechos para sus fiestukis sin que mamá tenga otro protagonismo que soltar la pasta, ya hace tiempo que hacen uso de sus atributos, ya hace tiempo que dejaron de ser niños, mis hijos aún son capaces de despertar ,y de que manera, la vieja culpa de no hacer bastante.Aunque la mayor parte de mi tiempo y de mi pensamiento esté copado y ocupado por ellos...
Mamá loka es tonta.Tonta sin remedio.Mañana primogénito va a examinarse del examen teòrico para obtener el carnet de conducir y ¿quien le va a llevar?.
Pues eso, que mamá...aún necesita que sus chicos la necesiten...porque han crecido tan rápido...pero eso, es otra historia.