Y no de setas,sino de futbol.Esta temporada mis dos retoños ejercen, de mister uno y de ayudante de mister el otro,además de practicar,los dos,el noble deporte "rey".Y mamá va arriba y abajo dando más vueltas que una brújula loca y pateándose esos campos tan bonitos...Ayer ya fue el summum:a las siete menos cuarto de la mañana suena el despertador y menos de media hora más tarde ya estoy al volante rumbo al primer campo:mi retoño pequeño juega su partido a las ocho cuarenta y cinco de la mañana de un sábado.A veces me pregunto que psicópata decide los horarios de los partidos...llego al campo, dejo a mi retoño y me dirijo de nuevo a casa,donde mi retoño mayor aún rebufa entre sueños.A las 9,20 ha de estar en el campo de juego,sus pupilos juegan a las 10,30.Una vez depositado el mozo y su ayudante(manda cojones!)en el terreno de juego,diríjome rauda y veloz a ver la segunda parte del partido del retoño pequeño.Dos goles a favor que los contrarios neutralizan con dos goles en la segunda parte.Grito como una posesa y me cabreo como un Mourinho cualquiera.Acaba el partido,retoño pequeño cabreado como una mona.Se le ha metido en la cabeza que quiere ganar la liga ,por más que se le haya advertido por activa y por pasiva que lo tiene, ya no difícil,sino más bien imposible, dado el nivel del equipo en el que juega...pero el niño es cabezón.Con cabreo y todo lo llevo al campo donde juegan sus pupilos.Lo dejo y me voy al campo donde los pupilos del mayor le meten una paliza de narices a sus contrincantes:16 a 0.Me siento un poco y me tomo un café con leche antes de volver a meterme en el coche para volver a casa...
No está mal para alguien a quien no le gusta el fútbol.Si hasta me trago los partidos de los pupilos de mis hijos...y¡ hasta me cabreo si pierden!